El polémico caso de Édgar Escárcega Valenzuela, sentenciado por secuestro, sigue dando de qué hablar. A un mes de que la Fiscalía interpuso la apelación contra la resolución que le otorgó semilibertad, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) continúa sin definir en qué Sala fue radicado el recurso. La falta de respuesta ha desatado críticas hacia el sistema judicial, señalado por su lentitud y aparente indiferencia ante delitos graves.

Escárcega Valenzuela, condenado por tres secuestros cometidos en 2005, recibió del juez Juan Carlos Erives Fuentes el beneficio de salir del penal los domingos por la noche y regresar los viernes, pese a que su condena se extiende hasta marzo de 2050. La decisión generó indignación entre familiares de las víctimas y miembros del sector jurídico, quienes califican el fallo como un retroceso en la justicia penal.
La Fiscalía insiste en que el delito de secuestro no permite beneficios de reducción o semilibertad y acusa al juez de haber aplicado criterios fuera de contexto. La apelación, presentada el 23 de septiembre, sigue sin resolverse, mientras el caso se convierte en símbolo de la controversia judicial en Chihuahua.