La presión social y el escándalo público finalmente rindieron frutos. Raúl Meza Abonce, el joven que pasó semanas tras las rejas tras ser detenido en medio de una protesta por el asesinato del alcalde Carlos Manzo, salió libre este sábado, desatando reacciones encontradas y reavivando el debate sobre el uso de la fuerza y la criminalización de la protesta social.
El manifestante, de 28 años, fue arrestado durante la movilización del 2 de noviembre en Palacio de Gobierno, donde se exigía justicia por un crimen que cimbró a Uruapan. Aunque varios jóvenes fueron detenidos por los disturbios, solo Meza Abonce permaneció en prisión, acusado de sabotaje y daños, mientras su caso se convertía en símbolo de presuntos abusos de autoridad y falta de garantías procesales.

Su liberación se dio tras un cambio de medidas cautelares, confirmado por el secretario de Gobierno, Raúl Zepeda Villaseñor, quien aseguró que el proceso penal seguirá en libertad. El caso estuvo marcado por denuncias de violaciones a derechos humanos, videos de una presunta agresión policial y la destitución de dos elementos de seguridad, lo que dejó al descubierto una protesta que terminó convirtiéndose en un conflicto político y social de alto impacto.
